BDSM Barcelona

La línea que separa el bdsm y la violencia de género y malos tratos, a veces puede ser muy delgada y difusa , que puede dar origen a confusión por quienes lo practican .

Por eso es importante tener muy claro en qué consiste el BDSM y sus implicaciones sobre quienes lo practican.

En el BDSM no vale aceptar como “normal” el hecho de que si eres sumisa o sumiso , debes aceptar que puedes ser abusado, violado o cualquier otra forma de malos tratos, sea físico o psíquico. Eso no es BDSM, eso es maltrato.

En una relación BDSM el consenso libre de ambas partes es uno de los pilares centrales de la relación, NO es NO. Siempre. No hay medias tintas. Por sus propias características de “juego” es muy proclive a que se utilicen con frecuencia palabras del tipo “no”, “para”, y similares, sin que esto manifieste realmente el deseo de que eso suceda por quienes la pronuncian.

Para ello, se creó el concepto de “Palabra de Seguridad”: para manifestar el deseo inequívoco de detener lo que sea que esté sucediendo. En su “ausencia”, “no”, “para” y similares son precisamente eso: la manifestación del deseo de parar.

Por tanto, en BDSM también existe el NO, y quien no incluya y no respete una palabra de seguridad en BDSM puede estar cruzando la delgada línea que existe entre BDSM y Maltrato

A continuación algunas diferencias entre BDSM y Malos tratos:

1. BDSM es una práctica controlada y consensuada
Maltrato es una situación fuera de control con daños impredecibles.

2. BDSM: Para practicarlo ambas partes tienen que estar bien informadas y dar su previo consentimiento para todo antes de realizar alguna práctica.
Malos tratos: no se pide ni se da consentimiento, y generalmente quien lo practica ignora sus consecuencias

3. BDSM: la sumisa o sumiso tiene una palabra de seguridad que le permite parar parcial o totalmente la práctica sadomasoquista en el momento que lo necesite por razones físicas o psicológicas
Malos tratos: la persona que está siendo maltratada no puede parar el abuso por voluntad propia, asi sea una práctica sadomasoquista consensuada.

4. BDSM: las partes involucradas en la práctica sadomasoquista se preocupan por las necesidades, deseos y límites de la otra persona.
Malos tratos: no hay ningún tipo de preocupación por las necesidades, deseos o límites de la persona maltratada, tampoco hay comunicación alguna ni respeto.

5. BDSM: las partes participantes en una práctica sadomaso son conscientes y se aseguran de que sus sentidos y capacidad de raciocinio no estén disminuido por el uso de alcohol o drogas, es más no se debería usar ningún tipo de drogas en estas prácticas
Malos tratos: con frecuencia el alcohol y las drogas se llegan a usar antes, durante o después de un episodio de malos tratos y violencia .

6. BDSM: después de una práctica de sadomaso y bdsm , ambas partes involucradas se sienten bien consigo mismas, incluso puede haber un aftercare de la parte dominante a la parte sometida.
Malos tratos: después de un episodio de maltrato, las personas involucradas se sienten mal, con la moral baja y la autoestima por los suelos. La persona maltratada tiene miedo del maltratador, y con el tiempo la persona maltratada puede llegar a depresión, ansiedad y estrés postraumático, trastornos del sueño, anorexia, bulimia, fobia social, etc.

7. BDSM: El Amo se preocupa por la seguridad física y psicológica, de el sumiso o sumisa asegurándose que su crecimiento personal sea positivo y se sienta bien con sigo misma
Malos tratos: la persona es manipulada psicologicamente para hacerla sentir culpable por no realizar todo lo que el maltratador quiere, sea pactado o no, haciéndole creer que no vale nada o no es todo lo sumisa/o que debería, y  bajando su autoestima, para llevarla hasta extremos que el/ella no desea hacer.