BDSM Barcelona

LA MAZMORRA (1)

Llegan cogidos de la mano, llaman a la puerta. Les abren y ven un largo corredor oscuro, empiezan ha andar, mirando al suelo….no ven dónde pisan y al final llegan a una gran puerta negra con una pequeña luz blanquecina, la justa  para poder abrirla.

Ya están dentro, es como les habían contado, una gran mazmorra …… los dos con mirada silenciosa ….. absorben todo su interior. Perfecta.

Una gran sala cubierta por una tenue luz rojiza, todo de madera y cuero negro …. sienten esa sensación de dulce acogida y calidez ….. como cuando entras a tú hogar, a tú casa.

Se miran a los ojos… él con esa media sonrisa ya sabe que es totalmente suya, ella agacha la mirada……

La guía hacia un potro que descansa en el rincón derecho de la sala, con fuerza pero la justa para que ella sepa que ahora es él, es él el que controla y manda.

La ata, muñecas y tobillos con unas correas negras ….. ella disfruta de ese olor a cuero que tanto le gusta…..

De pronto siente con fuerza, un tirón de pelo que le levanta la cara …. para ponerla con él cara a cara, la tira cada vez con más fuerza y le toma los labios ….. en un beso intenso, fuerte, de posesión, para informarla que empieza la sesión que ambos buscaban. 

Se separan lenguas y labios y sin dejar de tirar los cabellos con fuerza ….. siente la primera atizada, en una nalga, luego en la otra y así sigue, hasta que de pronto para y siente sus manos acariciando …. sus dulces labios besando,  donde antes sólo atizaba ……. y cuando empieza a relajarse ……. vuelven las atizadas, ella empieza a sentir ese calor y sensibilidad al contacto de su palma en sus nalgas ……. con dulzura y con la mirada gacha …. exhala un gemido de placer …… él entiende la señal pactada e intensifica la atizada y en ese momento es como si el reloj se detuviera para los dos …….

Y en un momento, durante unos segundos, las miradas de complicidad, de entrega, placer y orgullo ….. se cruzan. Y él sigue una y otra vez siguiendo la misma pauta haciendo que sus gemidos se conviertan en gritos de dolor y placer …… hasta que de pronto otro tirón de pelo, pero este se siente más fuerte y en ese momento él la deja que mire su cara y ella ve un rostro de satisfacción, de poder, de orgullo inundando la cara de él …. lo mira lo justo para que se crucen las miradas ….como a él le gusta y agacha la mirada. 

Él sigue atizando y otro fuerte tirón de pelo con otro beso profundo les une …. esta vez indicando claramente que le pertenece, que ella sólo es de él. Y en ese sentido mutuo de pertenencia sigue y empieza su dulce ruta de placer, dolor y entrega, por la MAZMORRA.