Rompiendo las Cadenas: El BDSM como LiberaciónLa presión de la sociedad
Escrito por Pandora80 El: 21 junio 2025 , categoria Artículos, Visto 68 veces
Rompiendo las Cadenas: El BDSM como Liberación
La presión de la sociedad y las múltiples exigencias, nos llevan a negar diariamente nuestros deseos y sueños. Nos despertamos por las mañanas con una alarma, porque nuestro sueño está regulado por los compromisos, tomamos café cuando hay tiempo, priorizamos el trabajo, la universidad… a veces comemos, vamos al baño, tomamos el transporte, todo de forma automática y sin libertad. Nos convertimos en lo que siempre luchamos por no ser, esclavos de la rutina y la supervivencia. Las relaciones afectivas siguen esta lógica: el buen marido es aquel hombre honesto, guapo, con empleo estable y pésimo en la cama, la buena esposa es la buena ama de casa, madre perfecta, honesta, trabajadora, pero que no toca las cuerdas del corazón.
Así vamos llevando la vida: deseos… los dejamos de lado, sueños… los sepultamos en la televisión de 50 pulgadas, en las películas, en internet, o en los libros. Bebemos para olvidar, usamos drogas lícitas, y a veces ilícitas, para encontrar alivio, la sensación de estar vivo comienza a desaparecer, trabajamos mucho, llegamos tarde a casa, y siempre nos preguntamos: ¿cómo escapar de esta prisión que la vida se ha convertido?.
Los deseos no han desaparecido, si en la adolescencia era con la chica o el chico guapo y alegre, ahora los deseos son con un/a Dom/Domina poderoso/a que te dobla ante sus deseos, o una sumisa/o que te reta al límite, y que te entrega su alma. Objetos como látigos, esposas, cadenas y cuerdas son los sueños que empiezan a poblar la mente y la imaginación.
Un día comienzas a buscar en internet qué son estos deseos, si te antoja identificar lo que sientes. Buscas, encuentras sitios y blogs, encuentras grupos, y te preguntas: ¿cómo surgieron estos deseos «tan raros?. Me atrevo a decir de forma bien simple -pues existen muchos componentes para analizar y daría muchos estudios para entender de forma plena- que para algunas personas, puede que sean frutos de una vida opresiva, y que se quiere liberar de esto dominando o siendo dominado/a.
En una sesión de BDSM, los deseos más oscuros se ponen a la luz, liberando una energía sexual nunca antes vista, la escena -ropa, látigos, esposas, música, velas- toca símbolos del inconsciente colectivo que también transmiten una liberación de energía sexual inmensa.
Cuando un/a sumiso/a es azotado, este lanza todas sus contrariedades en cada dolor sentido, de la misma forma el/la Dom/Domina en el acto de dominar, purga la vida opresiva y si liberta porque posee a alguien para servirle y complacerle. Los neurotransmisores que se activan -endorfinas, adrenalina, oxitocina, etc, hacen con que el disfrute sea sorprendente, más allá de lo que se puede imaginar, algunos van al subspace: estado alterado de conciencia. Después de una sesión, la sensación de alivio es inmensa, la presión mental se reduce, es como sentir una CATARSE!
La sensación de estar vivo/a y pulsando es maravillosa, no se tiene más ganas de huir de la vida, o beber para olvidar, y pasas a querer vivir una vida más significativa y a desear una relación de dominación y sumisión.
Una sesión de BDSM tiene una acción catártica, generando bienestar y profundo placer, diferente de las relaciones vanillas, donde el descompaso en la pareja es muy grande. En la sesión, quien regula el ritmo del placer es el/a Dom/Domina generando placer y teniendo placer, la/el sumisa/o es la extensión de su dueño/a, siente el placer y la energía de su pareja en su cuerpo. Es una perfecta sinergia de cuerpos y mentes.
Si te identificas con este texto, deje de auto engaños, vive tus sueños, encuentra a alguien compatible con ellos y sé feliz.
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Me identifico plenamente. En ello estamos.
Perfectamente expresado. Me identifico.
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