BDSM Barcelona

Como sabeis, el BD/SM  es un juego erótico que se practica entre un Dominante que siente excitación humillando y maltratando, sometiendo, y otra la sumisa a la que le gusta ser sometida y dominada en un marco pactado y consensuado. Bajo ese término se engloba una amplia variedad de prácticas que va desde el bondage (atar a la otra persona), a las fustas, la lluvia dorada, etc. todo consensuado y pactado de antemano.

Puede ser más o menos suave o extremo, en función de los gustos de los participantes.

Muchas personas se excitan con una palmada en el culo durante el acto sexual, y no desean pasar a mayores. Esto tiene algo de sadomasoquista, aunque los practicantes de este tipo de disciplinas denominan vainillas –o ‘vainis’en el diminutivo– a las personas que se quedan en la superficie y realizan prácticas muy lights o sexo convencional.

¿Es una práctica sexual sana? Está claro que hoy por hoy está poco aceptada por la sociedad, y que también es una disciplina que atrae a los más diversos psicópatas, timadores dispuestos a aprovecharse de la otra persona y pirados de diversa índole. Algunos practicantes son extremadamente violentos y tienden a no distinguir la fantasía de la realidad, lo que claramente les califica como sujetos peligrosos.

Practica BDSM únicamente con personas a las que conozcas mucho y con las que te lleves bien, y cuando ambos estéis en buena disposición. Realizarlo con extraños o cuando alguno de los que interviene esta cansado o contrariado incrementa extraordinariamente el riesgo.

Creemos que es una buena manera para empezar una sesión con algún tipo de ritual que señale el comienzo de la sesión y empiece a excitar a todo el mundo. Un abrazo es una buena manera de empezar la sesiones basadas en sentimientos de cuidado, de conexión.

Prácticas respetuosas

Sin embargo, se puede practicar placenteramente dentro de un orden. Miles de personas lo hacen en todo el mundo, enriqueciéndose como personas y sin perjudicar a nadie.

La clave para practicar sanamente el sadomasoquismo reside en tres puntos fundamentales:

• Practica siempre el sadomasoquismo, tanto si eres am@ como esclav@ con alguien de la más absoluta confianza. No es aconsejable dejarse atar por el primer tipo al que hemos conocido por internet, y que parece un tío majísimo, pero luego puede ser el primo de Jack el Destripador. No. Mi consejo es que se hable, se hable y después se vuelva a hablar. Hay que conocer muy bien al otro, y conocer sus fantasías, si se quiere llegar a algo satisfactorio para las dos partes, y hay que saber que el otro está jugando, y tiene claro cuándo debe parar, y que nadie debe resultar dañado.
• Antes de iniciar una sesión, se deben pactar los límites. ¿Hasta dónde está dispuesta tu pareja a llegar? ¿Le gusta que le aten o no puede soportarlo? ¿Soporta la fusta pero nunca las agujas? Es necesario tener claro los límites y no sobrepasarlos jamás.
• Negociar también una palabra clave. Si el esclavo pronuncia el vocablo en cuestión, deberá acabarse la sesión. Lógicamente la usará sólo cuando no pueda más, pero es necesario tenerla por si acaso.
• Comienza suavemente, e intensifica despacio. Un incremento demasiado rápido en la intensidad física o emocional del juego es causa directa de muchos problemas.
• Evitad juguetes con bordes afilados o esquinas. Los látigos e instrumentos para spanking deben ser usados con extremo cuidado.

Las prácticas más corrientes

Para gustos colores, y cada aficionado al sadomaso tiene sus propias preferencias en cuanto a prácticas se refieren. Éstas son las más comunes:

1. Spanking: consiste en darle azotes al sumiso en el culete. Es más humillante si se le hacen contar los azotes.
2. Bondage: atar bien al sumiso es cuestión de práctica y todo un arte que se aprende con el tiempo.
3. Insultos: si son imaginativos, pueden ser humillantes.
4. Pinzas: esta es una práctica que requiere mucho cuidado y preparación previa para no hacer daño al sumiso.
5. Feminización: vestir al sumiso de mujer puede ser díver.
6. Sodomización masculina: con un arnés, un ama puede hacer maravillas.
7. Las Vendas, Pañuelos y Antifaces Ciegos aplicados en los ojos impidiendo la visión tienen la capacidad de crear la sensación de misterio e incrementar la sensibilidad y las sensaciones, llegando a crear en ocasiones el sentido de la anticipación y la duda.
8. Ceras: se le puede echar por todo el cuerpo al sumiso y luego quitarla con la fusta.
9. Mordazas: Tanto si vas a jugar por primera vez, como si hemos estado juntos durante años jugando, debemos ser cautos y responsable con la utilización de las mordazas.
10. Capuchas y mascaras: Las máscaras son uno de los iconos del BDSM, tienen capacidad de despertar sentimientos de sumisión, de humillación, de erotismo, miedo, respeto, etc.

En suma, con un poco de cuidado, y sentido común, se puede llegar a tener relaciones de sadomaso realmente satisfactorias. Y recuerda, gran parte de la excitación proviene de la estética, y es que el cuero y el látex pueden llegar a ser muy sugerentes.

No obstante y pese a que puede resultar una buena técnica o práctica durante nuestras sesiones y juegos, debemos ser responsables y no olvidar sobre todo en quienes empiezan por primera vez que es necesario asegurar establecer un medio de alerta en caso de riesgo, utilizando la palabra de seguridad, o una señal en el caso de privación sensorial si el/la sumiso/a no es capaz de hablar a consecuencia de un utensilio, basta con hacer costumbre de gestos y aprender de ellos así como de las reacciones que vayan cursando sobre el/la mismo/a durante la sesión.